¿Por qué el tiempo corre tan deprisa y a la vez parece tan lento que me hace caer en el astío?
¿Por qué cuanto más saturado me veo y menos tiempo parece quedarme más me cuesta seguir adelante?
¿Por qué esta desesperación me embriaga y clama a gritos mi rendición?
Supongo que es inevitable... Llegó la época de exámenes y no estoy en mi mejor momento...
viernes, 11 de enero de 2008
Desesperación
Etiquetas:
Reflexiones
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